Del "Made in" al "Made by". Oportunidades de negocio en China

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China ha fundamentado su desarrollo en las últimas décadas en las exportaciones y los bajos costes de producción y, precisamente, el principal cambio económico que quiere desarrollar el nuevo gobierno es orientar su crecimiento al aumento del consumo interno y la mejora de su competencia tecnológica. Durante la visita que hicimos la semana pasada a China, pudimos conocer la Feria Internacional de Importación y Exportación de Cantón, en la que participan dos veces al año compradores de más de 200 países y la que da los mejores resultados  en las transacciones de todo el país . 

Uno de los mensajes repetidos era la necesidad de convertir el afamado reclamo "made in" por el "made by" o "created in". Es decir, ya no quieren competir con productos de mala calidad y baratos sino potenciar un sistema de innovación que les permita incrementar el número de patentes y marcas vendiendo sus propios productos. Pasar de la manufactura a la creación, en definitiva.

No deja de ser curioso que en Europa hay quienes claman por una estrategia de abaratamiento de costes laborales y sociales de forma simultánea al abandono de la I+D+i para salir de la crisis, es decir, un desarrollo "a la china", ellos estén avanzando hacia el modelo de desarrollo "a la europea". Su interés por España y Europa está, precisamente, en su formación, su capacidad tecnológica e, incluso, su estado de bienestar. En todo caso, el cambio económico mundial que puede significar que 1.300 millones de personas mejoren su renta per capita de forma significativa y se pongan consumir y crear productos de mayor valor añadido puede cambiarlo todo.

El mercado que hay en aquel país es gigantesco y las oportunidades infinitas pero, sobre todo, se trata de algo que nuestro país no puede obviar en un momento en el que las exportaciones son imprescindibles para la supervivencia de muchas empresas y la recuperación de nuestra actividad económica. Sin embargo, las sensaciones no son buenas. En China, puedes encontrar, por ejemplo, una gran cantidad de aceite español que, sin embargo, se etiqueta y comercializa como italiano. Y es relativamente fácil encontrar un vino francés. ¿Por qué?, le pregunté a uno de nuestros interlocutores. "Los españoles no saben hacer negocios", respondió al instante.

Durante los últimos años, se está tratando de cambiar esta tendencia. En 2005, el entonces Presidente chino, Hu Jintao, visitó nuestro país para intensificar las relaciones con España. A principios de 2011, el Ministro Sebastián firmó varios acuerdos institucionales y comerciales con Li Kequiang, que ha sido nombrado recientemente Primer Ministro, acuerdos que han tenido continuidad durante el último año.

Son muchos los sectores en los que los responsables gubernamentales chinos nos han manifestado su interés en colaborar con nuestro país y sus empresas. Sectores en los que somos punteros como la energía (sobre todo la eólica), las infraestructuras,  el turismo, la modernización de regadíos, la depuración de aguas y el tratamiento de ríos, el sector agroalimentario, el sector sociosanitario o el vitivinícola. Algunas grandes empresas españolas son conocidas en sus sectores como Gamesa, Indra o Telefónica.

En algunos de esos sectores, la provincia de Burgos es puntera. Ya hay algunas empresas burgalesas instaladas allí como el Grupo Antolín pero son muchas las que realizan importantes intercambios comerciales. Podemos citar a Cerámicas Gala, Pascual, Metaliberica y a varias bodegas de la Ribera del Duero. Nuestra balanza comercial es tremendamente positiva y el total de las exportaciones de Burgos al gigante asiático supera los 105 millones de euros, con un incremento del 22% en el último año, y supone dos veces y media las importaciones.  Por otro lado, hay dos empresas del sector de Escuelas de España para extranjeros que tienen acuerdos de colaboración con Universidades o instituciones en China.

Son muchas las oportunidades y, desde luego, debemos seguir trabajando para fortalecer un cambio de cultura empresarial e institucional, un cultura más abierta y con una mayor proyección internacional. El ICEX y las Cámaras de Comercio están haciendo un buen trabajo pero, desde luego, las instituciones españolas y también burgalesas debe apostar por facilitar nuestro comercio exterior como herramienta fundamental para incrementar nuestra actividad económica. El objetivo no es mejorar las estadísticas sino que eso sirva para crear empleo como objetivo fundamental de nuestro país.






Hay alguien nuevo en la ciudad

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En uno de sus primeros discursos el nuevo Presidente chino, Xi Jinping, ha prometido perseguir un “sueño de rejuvenecimiento nacional”. En todo caso, fuera de la retórica del poder, una de las cosas que sorprende cuando conversas con los dirigentes chinos es que son absolutamente conscientes, y aparentemente sinceros, sobre los graves problemas que tiene que afrontar su país al que siempre se apresuran en calificar como en vías de desarrollo. Deng Xiaoping, quien después se convertiría en el sucesor de Mao, ya afirmó ante una delegación de científicos australianos a principios de los 70 que, durante su visita por su país, observarán el atraso de China y no sólo sus logros. Una muestra más del diferente carácter oriental. 

Porque estamos hablando de un país-continente de más de 1.300 millones de habitantes, el segundo país del mundo en términos de PIB y un crecimiento del 10% anual, una potencia exportadora e inversora y con ciudades que pueden competir como iguales con las grandes urbes europeas y norteamericanas. Pero también hablamos de un país con enormes desigualdades sociales y desequilibrios económicos, con provincias del tamaño de un estado europeo cuyos habitantes cobran salarios similares a los africanos, un sistema de protección social aún muy precario, un grave problema de envejecimiento demográfico, y un desarrollo productivo muy agresivo medioambientalmente. Y eso sin entrar a que, evidentemente, no estamos ante una democracia y que la protección de los derechos humanos está lejos aún de lo aceptable.

En todo caso, China está demostrando su capacidad de crecer y, al mismo tiempo, encontrar su papel en el mundo. Y pretende hacerlo de forma diferente. En 1971, en las reuniones que mantuvieron el primer ministro chino Zhou Enlai, y Kissinger, aquel afirmaba que, por más fuerte que llegara a ser su país, mantendría un planteamiento singular ante los asuntos internacionales, en el que se rechazará la idea tradicional de superpotencia. En efecto, el discurso oficial chino habla de cooperación entre países, de relaciones internacionales en términos de igualdad y el win-win, es decir, en una relación bilateral se debe encontrar algo en lo que ambos ganen. 

Lo cierto es que su forma de hacer las cosas es diferente a la que tradicionalmente han usado las dos grandes potencias del siglo XX, la URSS y los Estados Unidos. Huyen de políticas "imperialistas" y lleva décadas guardando una apariencia de neutralidad. En sus intervenciones en África, lejos de enviar tropas, construyen carreteras y otras infraestructuras. Por ejemplo, los 200 millones de dólares que ha costado la sede de la Unión del Pueblo Africano, probablemente el edificio institucional más importante del continente, han sido sufragados íntegramente por China. En América latina, la inversión y la influencia china han crecido a un ritmo vertiginoso y, como decía un reciente artículo de El País, es vista con mejores ojos que la estadounidense gracias a “la diplomacia pragmática” que ha optado por desarrollar en la región el Gobierno chino y a que su inversión en América Latina “no está basada en la ideología”. 

Sin embargo, no todo está tan claro. Por ejemplo, el gobernador del banco central de Nigeria ha dicho recientemente que "China coge nuestras materias primas y nos vende productos manufacturados. Esto fue la esencia del colonialismo. África se abre ahora de buen grado a una nueva forma de imperialismo". Además, China se ha convertido ya en el quinto exportador de armas mundial y el primero en el África subsahariana y sigue una política poco transparente en este ámbito. Es cuestionable la compatibilidad de una política de no injerencia en asuntos nacionales internos con esta política sobre armamento.

Por otro lado, otro de los claros ejemplos de que China busca un nuevo orden internacional es que el primer viaje del nuevo Presidente ha sido a la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Estos países, que suponen más del 40% de la población mundial y alrededor del 20% de la riqueza, están trabajando una alianza estratégica que les permita escapar del orden internacional y las instituciones creadas tras la Segunda Guerra Mundial y su potencial de desarrollo es arrollador si superan sus diferencias o la corrupción de algunos de sus regímenes.

Está por ver, por tanto, la naturaleza de la expansión de China pero lo que es indudable es que el orden internacional va a cambiar porque ha irrumpido con fuerza un nuevo actor. Alguien cuyo poder económico crece a pasos agigantados y que, aunque con grandes desequilibrios internos, transmite una sensación contundente de que, sobre todo, sabe muy bien lo que hace.

Intercambio y búsqueda de oportunidades

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La pasada semana he participado en un viaje con una delegación española invitados por el gobierno chino. Se trata de una oportunidad para fortalecer relaciones y trabar contactos con un país que se ha convertido ya en uno de los más importantes del mundo y cuyo papel será decisivo en las próximas décadas desde el punto de vista político pero, también, económico.

El momento en que se ha producido el intercambio es también importante. Hace apenas un par de semanas que se ha renovado la estructura de poder del país y la quinta generación de dirigentes comunistas se han hecho cargo de las riendas. Tanto Xi Jinping, el nuevo Presidente, como Li Kequiang, elegido Primer Ministro, son los primeros dirigentes que no cuentan con la bendición del patriarca Deng Xiaoping, ya fallecido; pertenecen a dos corrientes distintas dentro del partido y, sobre todo, aún está por ver cómo y a qué ritmo piensan seguir desarrollando la estrategia de apertura y reforma iniciada hace décadas.

Durante el viaje hemos podido conocer in situ el desarrollo de su sistema de salud, cuya reforma ha disminuido los costes un 45% pero que no es, ni mucho menos, universal; de jubilación, multiplicando por 6 el importe de las pensiones que se cobran en los últimos 15 años pero con un problema de sostenibilidad derivado de las políticas de planificación familiar; o de empleo, con una tasa de paro del 4% pero que debe absorber nada menos que a 12 millones de nuevos demandantes de trabajo al año. 

Por otro lado, hemos tenido la oportunidad de conocer su sistema político y de relaciones internacionales, algunos modelos de participación social como la autogestión de comunidades de vecinos, así como su política económica y la apuesta por la innovación y la mejora de la gestión medioambiental en algunas ciudades.

Y desde luego, su oferta por colaborar en proyectos comunes con nuestro país y con todo el mundo aunque ven con preocupación la lenta recuperación de la economía mundial y la crisis de la deuda soberana en Europa. De momento, os cuelgo el programa del viaje y, en dos entradas más en el blog, analizaré el desarrollo de China y su papel en la esfera internacional y las posibilidades de negocio con nuestro país. Espero que os resulten de interés.

Programa de la visita a la República Popular de China

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PROGRAMA EN LA CIUDAD DE BEIJING
  • Reunión con el Subdirector General del Gabinete para Europa Occidental sobre sistema político chino y relaciones con Europa
  • Reunión con el Director de estudios macroeconómicos de la Comisión para el desarrollo y reforma del Gobierno
  • Visita al Comité Central de la Liga de la Juventud Comunista China
  • Debate sobre la crisis de la deuda soberana y la situación económica en Europa con jóvenes del gabinete para Europa Occidental
  • Reunión con el Director del Instituto de Protección Social del Ministerio de Seguridad Social.
PROGRAMA EN LA CIUDAD DE GUANGZHOU (CANTÓN)
  • Visita y reunión con el Buró de las PYMES
  • Visita a la Feria Internacional de Importación y Exportación de Cantón
  • Entrevista con la dirección del Comité Provincial del PCCh de Guangdong
PROGRAMA EN LA CIUDAD DE HUIZHOU
  • Visita a la Comunidad Donghu (modelo de autogestión social)
  • Visita al centro de salud del barrio de Quiadong
  • Visita a las empresas de alta tecnología TCL y LONGCHEER
  • Entrevista con la Dirección del PCCh y el Ayuntamiento de la ciudad
PROGRAMA EN LA CIUDAD DE WUHAN
  • Traslado hasta la Presa de las Tres Gargantas
  • Visita al Parque industrial de Wuhan
  • Charla en la ciudad biológica Guanggu
  • Visita a una empresa de energía eólica 
  • Coloquio con universitarios de Wuhan
  • Entrevista con la Dirección del Comité Provincial del PCCh
  • Visita al Museo Provincial de Hubei